Aunque existen ciertas similitudes entre un vehículo móvil guiado y un robot móvil autónomo, en este artículo se muestran las diferencias entre AGVs y AMR.

Los AGVs y los AMR tienen características concretas que los hacen útiles para aplicaciones distintas. No se puede determinar que los AMR sean mejor que los AGV, ni viceversa, sino que cada uno es idóneo según el contexto de producción determinado.

En algunos ámbitos se utilizan indistintamente los términos AMR y los AGV tradicionales, pero, de hecho, un AGV no es un robot, sino un dispositivo robótico, ya que carece de autonomía para determinar o redefinir su propia ruta. En cambio, un AMR puede navegar sin guía externa. Es decir, los AMR cuentan con navegación libre y capacidad para tomar decisiones.

Por ejemplo, si el robot está transportando cualquier material de un punto a otro y se encuentra de frente con un palé, sorteará el obstáculo y redefinirá su ruta.

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Un robot móvil autónomo no es simplemente una máquina programada. El AMR es aquel que, además de la programación inicial, posee cierta independencia para tomar decisiones en medio del entorno de trabajo, sin necesidad de intervención humana. Es decir, no cualquier máquina industrial es un AMR porque no cualquier máquina tiene capacidad de decisión en función de la información que percibe (obstáculos imprevistos, por ejemplo).

La principal diferencia entre un AGV vs AMR es que los AMR utilizan navegación libre mediante láseres, mientras que los AGV se localizan con elementos fijos: cintas magnéticas, imanes, balizas… es decir, para que sean eficaces, deben tener una ruta predecible.

Esto hace que en los almacenes y lugares donde se comparte entorno de trabajo con humanos, funcionen mejor los AMRs por su dinamismo y eficiencia para compartir tareas. Además, los robots móviles autónomos cuentan con un software y hardware mucho más avanzado, ampliando sus posibles aplicaciones: tareas de inspección y vigilancia, detección de errores, transporte de materiales, almacenamiento y distribución…

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Y ¿cómo percibe esta información? Robotnik integra en sus robots sensores y diversos componentes que reciben, procesan y analizan datos a tiempo real y actúan en consecuencia: sistema de elevación, distintas cámaras, láseres u otros componentes según cada robot.

La flexibilidad de los AMRs para trabajar en distintas localizaciones implica, por ejemplo, no modificar el layout, una mayor facilidad respecto a la escalabilidad del número de unidades y zonas de trabajo o una definición clara del ROI (especialmente medible en proyectos pequeños que luego se pueden escalar). Además, los AMR no necesitan de una infraestructura concreta por la que moverse, sino que se implementan en cualquier espacio.

Los AGV son los predecesores de los AMR y han ido evolucionando desde los años 50. Normalmente se emplean para el transporte de cargas pesadas, pero circulan por un carril o cinta y con una ruta predeterminada. Otra característica de los AGV más avanzados es que son capaces de detectar obstáculos, pero no de reconducir su ruta: al encontrar un obstáculo, el robot se parará.

¿Dónde se utilizan AGV y dónde AMR?

Los entornos industriales son entornos complicados, cambiantes y llenos de obstáculos. Es fundamental poder garantizar la seguridad de los operarios.
Los AMR y AGV cuentan con sistemas de navegación distintos y, por tanto, se comportan e interactúan de forma distinta.

Los AGV son apropiados para espacios de trabajo que cuentan con un gran número de tareas fijas, ya que requieren de una instalación de la infraestructura por la que va a moverse.

En entornos colaborativos y dinámicos donde son necesarias tanto de humanos como de máquinas, los clientes suelen optar por AMR por su capacidad de adaptación ante un entorno cambiante. Un robot móvil recibe, comprende y gestiona datos del entorno en tiempo real, por lo que es más flexible y su área de trabajo es más amplia.

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Para determinar cuál es la mejor solución para un negocio, se debe valorar el entorno, el escenario en que se va a implementar y las tareas concretas que va a realizar el AMR.

Los AGV y AMR tienen distintas aplicaciones. Por lo general, los AGV son más eficaces para tareas menos complejas como el transporte de materias primas, el embalaje, la clasificación o la entrega, pero siempre con tareas y rutas predeterminadas.

Los AMR es la mejor opción para tareas que necesitan Inteligencia Artificial. Precisamente, es la IA lo que hace que estos robots tengan infinitas aplicaciones en diferentes sectores: logística, inspección y mantenimiento, agricultura o construcción, entre otros.

La industria 4.0 avanza hacia una automatización cada vez más inteligente en la que los robots autónomos se han convertido en una herramienta clave para las Smart Factories.